sábado, 30 de marzo de 2013

Experiencias sonoras del tercer tipo


Este mes pude asistir a varios eventos de música contemporánea, experimental, arte sonoro... en fin, todo aquello con relación al sonido.

En cada lugar es una experiencia nueva que va acompañada por una anterior, la acumulación de ellas no me hacen mejor persona, o alguien más interesante, o especial. Simplemente me permiten disfrutar cada cosa y poder reflexionar entorno ello, para mi y para quien quiera escucharme y en su defecto, leerme.

El viaje comienza en el seminario abierto de música contemporánea con Gabriela Ortiz, Alejandro Escuer y Fernando Domínguez (los dos últimos parte del ensamble ONIX) una charla en la Nacional de Música enfocada a estudiantes de instrumentos de viento y composición, fue muy interesante estar con personas que desconocen el arte sonoro y la música contemporánea, por lo menos su ejecución, chicos que tienen toda la escuela de la música tradicional europea, y que se sentían atraídos por la forma, partitura, ejecución, de piezas como Jackdaw para clarinete bajo y electroacústica de Wayne Siegel ó 100 Watts para flauta, clarinete bajo y piano de Gabriela Ortiz.



Lo que me dejó sorprendida fue que cuando Fernando y Alejandro les platicaron sobre CMMAS (Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras), sus residencias artísticas, eventos, festivales… en fin, no tenían idea de qué diablos les hablaban pero se veían con gran interés, lo cual promete una nueva generación de músicos compositores experimentales.

Y hablando de Generación, la Espontánea es la que se lleva las palmas, en la presentación en la Esmeralda del CENART, tuvo lugar un encuentro de amigos, seres espontáneos, sonidos explosivos, resonantes, ¿disonantes? Silencio, ruido, música.

Una comunión entre los intérpretes y los instrumentos, ¿quién hace hablar a quién?
Suena, calla
Mueve, para
Cocodrilo
Escucha, eres parte.

Y esa misma comunión se dio en el Laboratorio Arte Alameda en un concierto para voz y campanario "Aequinoctium" de Rogelio Sosa, una intervención dentro de la exposición en turno del LAA, voz-música, distorsión, encuentro místico.


La repetición de la voz distorsionada, el lugar y el ambiente se fusionaron en un sólo giro… oscilación que penetró mi escucha y después la explosión, el desbordamiento y el abandono en el sonido.
Un grito que pretende ser escuchado, un proceso de disociación sonora, ruidos satanizados logrando una comunión en el atrio del templo.

Viajando entre “Sonoridades Itinerantes” llegamos al jardín de Fonoteca Nacional en la presentación de Cuentos Binarios para Organismos Unicelulares de Álvaro Ruiz. Este viaje sí fue muy personal, el artista te propone recorrer el jardín para que formes parte de la historia de hadas, narrada en un sistema multicanal, no me negué a la experiencia y comencé a caminar, el sonido era envolvente y no sólo por el sistema de reproducción sino en general te atrapaba.


Esta vez creo que los visuales estuvieron de más, el sonido por sí mismo te llevaba de la mano, claro para los que decidieron hacer el recorrido y no quedarse sentados viendo las pantallas. De la nada me surgió la necesidad de hacer un recorrido a ciegas, un amigo me agarró del brazo, cerré los ojos y no se volvieron a abrir hasta que terminó el paseo, el sonido lo era todo, lo único que percibía visualmente eran los estrobos que iluminaban mi oscuridad.

Y el viaje del mes termina de nuevo en LAA, con el órgano intervenido por “Mecanismos del porvenir”, colaboración de Rafael Durand, Fernando Zedillo, Cuitláhuac Acuña y Kazuhiro Murakami. La verdad me impresionó la intervención audiovisual que hicieron, la sincronización de imagen-sonido te transportaba a un mundo de ciencia ficción.


Ahora no fue necesario, cerrar los ojos y perderme en el sonido, los visuales no disminuían la experiencia sonora: los tubos del órgano invertido se convirtieron en una pantalla tridimensional y las luces proyectadas los transformaban a la vez en piezas de un teclado, encendiendo nota a nota mientras disfrutabas de la reverberación natural del recinto. Y por un momento nos encontramos empapados por una cascada de luces sobre los tubos que emanaban una lluvia de sonora.

Un juego de decodificaciones, voces mecánicas, transformación de mensajes, conversaciones sonoras, experiencias sónicas… quizá una intervención que engloba a la perfección las “cinco variaciones” de Tania Candiani; en la búsqueda de emitir un mensaje a través de las variaciones mecánicas, haciéndonos participes de una danza entre luz y sonido.

Me alegra que se esté dando más apertura a este tipo de eventos y aunque casi siempre voy a Fonoteca o al Arte Alameda ya hay más espacios que permiten tener más experiencias sonoroas del tercer tipo.

jueves, 7 de marzo de 2013

Sonidos del papel


Comúnmente escribo lo que me pasa en el día, las reflexiones que hago al respecto, lo que vivo, lo que siento… a veces no lo hago tan seguido, otras no puedo parar.

Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo.
Salvador Elizondo, El grfógrafo.

"Pulsiones hacia una escritura originaria"
Performance de Bárbara Lázara

Expresividad del cuerpo, movimiento, escritura, ¿escritura, dibujo, trazos…?

Los sonidos de un cuerpo danzando sobre el papel, dándole vida a la pluma y el lápiz, amplificando la voz de ellos, el sonido de su cuerpo, quizá como un grito del mismo que exige ser escuchado y ahora leído.

¿Quién eres, tú sonoro al fondo de mi mismo? 

¿Cómo te llamas, horizonte presentido, oscuridad ansiada, ápice del fin, paisaje último donde el gozo no puede saber sino a agonía, olor álgido de un páramo donde la nada hace vomitar y el ser marea, rayo de muerte que sin embargo incendia toda vida? 

¿Quién eres? 

Palabra y silencio, abrazo perfecto y soledad que aterra, memoria secreta de la que se desprenden todos los recuerdos acallados y, a la vez, olvido radical en cuyo vértigo el pasado se disuelve y sólo queda un presente inenarrable (para describirlo, las viejas palabras no nos sirven).

“Extractos sobre el cuerpo”, en El Dios de la Intemperie 
de Armando Rojas Guardia

¿Y después qué queda?

La reacción de la gente que no sabe cómo reaccionar, ¿qué se hace?, ¿qué procede?, ¿ya terminó? Todos se preguntan y se voltean a ver… ¿es necesario el aplauso? Se convierte en una explosión sonora de varios cuerpos que se vinculan con la acción antes ocurrida, denota gusto y afinidad o sólo seguimos en un punto en el que el aplauso es el único escape ante la falta de reacción.

Mi reacción fue escribir.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Antibothis para lectura de John Cage, promotor de la conciencia revolucionaria.


Hoy tenía la oportunidad de ir a una sesión de escucha que prometía mucho, pero por diferentes circunstancias, al final, no pude, sin embargo hice mi propia sesión, o como prefiero llamarlo, mi ejercicio de escucha, una vez más en el transporte que utilizo a diario.

Esta vez no les voy a contar todo mi viaje ya que no fue sólo eso…

Antibothis1 para lectura de John Cage, promotor de la conciencia revolucionaria.

(A decir verdad el título no me entusiasmaba mucho, pero ya que compré la revista habría que revisarlo).

En la edición especial de Pauta: cuadernos de teoría y crítica musical conmemorando los 100 años de Cage publicaron un ensayo de Richard Kostelanetz John Cage, promotor de la conciencia revolucionaria, debo mencionar que no ha sido el que más me ha gustado, sin embargo encierra muchas cuestiones que me resultan interesantes y por el azar fue el que comencé a leer al subirme al metro.

“…considero que mi responsabilidad es no repetir lo mismo, sino descubrir cuál será mi próximo paso”

El texto contiene muchas aseveraciones sobre la obra de Cage, sus ideas estéticas, utópicas, anárquicas, en fin, lo que todos los que lo estudiamos y disfrutamos de su legado llegamos a hacer, pero lo principal es una entrevista que viene después donde las preguntas y respuestas son de lo más sinceras y no conducen a un punto en especifico, o al menos eso me parece.

Quizá traicionando un poco el silencio cageano, decidí escuchar el Antibothis Vol. 4, no obstante al leer:

“Creo que el uso de los ruidos en la composición musical irá en aumento hasta que lleguemos a una música producida mediante instrumentos electrónicos, que pondrán a la disposición de la música cualquier sonido y todos los sonidos que el oído pueda percibir…”

no dudé ni un poco en sacar los audífonos para escuchar la compilación. Y después de pensarlo un poco decidí escribir al respecto, pero no de forma “erudita” ya que considero que no estoy a la “altura” para hacerlo; en esta ocasión haré lo que tanto critico, sólo escribiré las frases con las que me quedo, dejaré hablar a Cage mientras sigue sonando Plant de Murcof.

“Si quiere saber la verdad –me dijo Cage una vez, con un guiño que era mezcla de entusiasmo e ironía– la música que prefiero, aun más que la mía o cualquiera otra compuesta por alguien, es la que escuchamos cuando nos quedamos en silencio.”

“Abrimos nuestros ojos y oídos cada día para contemplar la vida en toda su hermosura”

“No me intereso por estas cosas en función de un desinterés por la música sino más bien en función de un interés intensificado por ella.”

“… Él podría haber querido decir que había sonidos en su cabeza, pero yo quiero decir que hay sonidos en el medio.”

“Lo único que debe hacer es cambiar la mentalidad. Ni si quiera se precisa una habilidad especial.”


Podría seguir escribiendo pero acabaría por transcribir toda la entrevista y ya se está acabando la cerveza, mejor léanla en Pauta… Julio-Diciembre de 2012. Termino con una cita que le dio cabeza a mi planteamiento de tesis, el silencio… aproximaciones a una escucha.

“ ‘A mí no me interesan los resultados. A mí sólo me interesa seguir’. Bueno, lo que esta música no intencional quiere hacer es, por parte de esos medios y por otros medios que pueden ser teatrales o arquitectónicos o de otro género, que el oyente comprenda claramente que la audición de la pieza es una acción suya, que la música, digamos, es suya, más que del compositor; porque el compositor no está en la misma posición que él respecto a ella –a nivel más inmediato, no está en la misma parte de la sala. Si hay una pluralidad de fuentes de sonido distribuida en el espacio, él oye algo distinto de lo que cualquier otro puede oír.”

Sobre el disco no puedo decir mucho, qué podría decir ante semejante compilación, sonidos que te llevan de la mano a diferentes dimensiones, de forma gradual o explosiva… creo que Cage estaría muy contento al escuchar lo que se produce actualmente, música electrónica, electroacústica, acusmática… que nos entrega cualquier sonido y todos los sonidos que el oído pueda percibir.